El comercio exterior de México ha sido por décadas, uno de los principales motores del crecimiento y desarrollo económicos. La presencia de México en el comercio mundial se inició en los años 80s, con un modelo orientado a la exportación, que llevó a la manufactura mexicana a incorporarse a las cadenas de producción globales.

México se ubica entre los primeros 10 jugadores en el comercio internacional. Hoy el sector manufacturero y el agroalimentario contribuyen con más de 86% de las exportaciones totales. Igualmente, las importaciones mexicanas se multiplicaron exponencialmente. A través del comercio internacional, la planta productiva ha podido integrarse a las cadenas de producción global donde se dan la mayor parte de los intercambios. De hecho, el comercio de bienes intermedios ha superado al de bienes finales y representa más de 60% de los flujos mundiales de intercambio comercial.

El comercio exterior de México se ha caracterizado por presentar elevados niveles de concentración en los Estados del centro y norte del país, pues son estos estados los que cuentan con la infraestructura y capital humano necesarios para administrar a las empresas con actividades de importación y exportación al mercado global.


En términos de sectores, destacan el automotriz, el electrónico, el aeroespacial y el agroalimentario que representan casi la mitad de las exportaciones, y en lo que se refiere al destino de las exportaciones, estas se concentran en el mercado de Estados Unidos, principal importador en el mundo y nuestro principal socio comercial.

Todo esto, ha llevado a que el efecto positivo del comercio exterior de México genere círculos virtuosos de exportación y crecimiento, sobre todo en aquellas regiones que efectivamente se han podido vincular con los mercados internacionales a través de la exportación y la atracción de inversión extranjera directa.

Entre los principales resultados que generó la apertura de la economía fue la creación de una industria automotriz moderna y pujante. El sector líder en el comercio exterior de México es, por mucho, el automotriz. Gracias a la apertura del comercio y a la inversión en el sector, México se convirtió en el 8º productor de vehículos y el 4º exportador a nivel mundial, así como en el 6º productor mundial de autopartes.

Las armadoras de vehículos como: General Motors, Ford, Chrysler, Volkswagen, Nissan, Honda, bmw, Toyota, Volvo y Mercedes Benz se han establecido en diversos estados de la República:
En estas entidades la industria de vehículos genera alrededor de 500 mil empleos directos y alrededor de 2.5 millones de empleos indirectos. Como podemos ver, la tendencia en la internacionalización de las empresas genera gran crecimiento y desarrollo a las regiones que logran insertarse al proceso de globalización, pero ustedes se preguntarán y qué pasará con esta tendencia de crecimiento ante la grave crisis mundial que vivimos actualmente?

Sin duda, la crisis actual genera grandes problemas que ponen en riesgo la sostenibilidad de las cadenas de suministro. Entre estos problemas podemos mencionar:

1. Reducción de los niveles de producción derivados de la fuerte disminución en los niveles de demanda.
2. Limitaciones en el flujo del transporte debido a los controles y cierres fronterizos y al bloqueo de fábricas, aeropuertos y puertos marítimos. Esto tiene como consecuencia una falta parcial de suministro de materias primas y productos semiterminados lo que provoca paradas de producción en todo el mundo, afectando la eficiencia de las cadenas globales. Los obstáculos en la producción y el transporte deben tenerse en cuenta en los lead times, tanto en los contratos nuevos como en los ya firmados.

Para retomar la tendencia de crecimiento y velocidad del comercio mundial, las empresas deberán tomar decisiones de inversión audaces para estar un paso por delante de la competencia.

Se dice que la historia después de COVID19 será escrita por los ganadores. Pero cómo convertirse en un ganador? Un factor fundamental es lograr que el miedo no paralice a las empresas. Las empresas deben continuar, con todo cuidado, con sus planes de inversión. También es importante mirar más allá y capacitarse sobre las implicaciones que tendrá para tu empresa la entrada en vigor del T-MEC, que sin duda dará solidez a la tan debilitada estructura del comercio mundial.

La Maestría en Comercio Internacional de IEPCI es una gran opción para obtener los conocimientos y habilidades necesarios para aprovechar al máximo los beneficios de este tratado. Entre las nuevas disposiciones del T-MEC se encuentra el cumplimiento de un mayor valor de contenido regional. Esto significa grandes oportunidades de desarrollo de proveedores nacionales, lo cual puede resultar en la gran oportunidad de impulso que hoy necesita nuestra industria nacional.

30 Generaciones de egresados de la Maestría en Comercio Internacional de IEPCI conocen con detalle la normatividad en el paso de las mercancías a través de las aduanas, así mismo, conocen la forma de aprovechar los tratados y acuerdos comerciales que México ha suscrito con más de 40 países.

La Maestría en Comercio Internacional de IEPCI cuenta también con módulos sobre diversificación de mercados que pueden contribuir a la eficiencia y rentabilidad de las cadenas de suministro mexicanas en su esfuerzo por obtener una mayor participación en el mercado mundial.